miércoles, 28 de octubre de 2009
No pudo y adoptó
En el día de hoy hablaremos de la historia de María Esther Arroyo, que junto con su pareja no podían tener hijos, y decidieron adoptar a los que hoy son sus 4 hijos, por distintas situaciones que fueron ocurriendo en sus vidas.
"Siempre digo que a Gustavo me lo llevó a la escuela, Dios, porque yo nunca iba a ir a buscarlo al hogar", repite María Esther Arroyo, maestra de Educación Especial. Gustavo era un chico de 7 años que vivía en un hogar y lo llevaron a la escuela donde enseñaba María Esther porque decían que tenía "ausencias", que podía ser epiléptico. "De ninguna manera estaba enfermo. Acababan de adoptar a su hermana melliza y lo habían separado de sus otros hermanos. ¿Cómo no iba a estar mal?", se indigna María Esther, que no paró hasta adoptarlo. La madre los había abandonado y el padre tenía inhibida la patria potestad. María Esther y Humberto Draghi habían hecho de todo para tener hijos, pero no lo habían logrado en nueve años. Así que ya estaban decididos a ser padres por adopción. Sabían que los tres hermanos menores de Gustavo vivían con una tía, pero un día la mujer los dejó en el hogar y se desentendió de ellos. Al matrimonio le llevó dos años, pero lograron adoptarlos: Adriana, Estela y Blas tenían 6, 7 y 8 años. Ninguno iba a la escuela. Estaban desnutridos. Gustavo tenía una úlcera. Estela no conocía los colores, así que María Esther estuvo un tiempo "decorando" la casa de distintos tonos hasta que Estela los conoció a todos. A Adriana todo se le complicaba, y fue María Esther quien se dio cuenta de que era zurda. Para hacerles leer, les alquiló cientos de películas... subtituladas. "Soy obsesiva, ansiosa. Pero también soy abierta, compinche, alegre. Trato de entenderlos a todos, cada uno con sus historias y sus cosas. Hay que aprender a vivir en familia", dice con su voz ronca de fumadora. Y usa las palabras de Charly en "Desarma y sangra": "No existe una escuela que enseñe a vivir". A los chicos, que tienen 16,17, 18 y 20, se los ve muy bien. "Sí, les está yendo bien en los estudios, y en la vida", dice la madre. "No habrán estado en mi panza, pero yo los parí por el corazón. Y sí, somos como cualquier familia, con sus idas y vueltas, con su amor y locura".
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bueno la verdad el blog me parecio re interesante...
ResponderEliminarlos felicito chicos por su trabajo!